Si las bombillas halógenas de tu habitación, el salón o la cocina comienzan a fallar o directamente se han fundido, deberías saber que a partir del próximo uno de septiembre dejarán de producir y vender este tipo de bombillas a favor de la tecnología LED.
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¿Cómo funciona una bombilla halógena?
La bombillas halógenas son una versión un poco más avanzada —en cuanto a prestaciones— de las bombillas incandescentes. Estas bombillas están compuestas por un filamento de tungsteno aislado dentro de un gas inerte que también presenta una pequeña cantidad de halógeno
Dentro de las bombillas halógenas, el filamento de tungsteno y el conjunto de gases y químicos se encuentran de forma constante en estado de equilibrio químico, es decir, no se produce ningún cambio a lo largo del tiempo.
Además, el globo de vidrio que aislaba estos elementos en las bombillas más tradicionales es sustituido por un compuesto de cuarzo, capaz de aguantar la elevada temperatura que alcanzan estas bombillas.
Las causas de su extinción
Las bombillas halógenas van a dejar de fabricarse y comercializarse a partir del uno del mes que viene, como consecuencia de la entrada en vigor de una normativa europea que tiene como objetivo impulsar la iluminación eficiente gracias a la tecnología LED.
Esta nueva normativa surge a partir de un estudio realizado por la ONG European Environment Bureau —EEB— y ECOS. Dicho estudio sentencia que, por un periodo de tiempo de 10 años, un hogar en Reino Unido gastaría hasta 90 libras entre los repuestos de las bombillas de halógeno y las facturas de la luz.
En cambio, justifica el estudio, las bombillas LED sumarían solo un gasto de 14 libras en esos 10 años. Este gasto correspondería a la bombilla en sí y a la electricidad que consumiría, todo esto sumado al hecho de que no necesitan ser reemplazadas.
La eficiencia como alternativa
Por suerte contamos con el perfecto sustituto para las bombillas halógenas. Como ya hemos dicho anteriormente, esta normativa quiere impulsar la compra y el uso de bombillas LED. Estas bombillas cuentan con unas cualidades que la sitúan muy por encima de las bombillas halógenas.
En primer lugar, las bombillas LED son sin duda las más eficientes hasta la fecha. Son capaces de producir una gran cantidad de luz a cambio de muy pocos vatios. Por poner un ejemplo práctico, una bombilla LED sería capaz de producir la misma cantidad de lúmenes con 8 W que una bombilla halógena de 50 W.
Las bombillas LED son la forma de iluminación más sostenible gracias a esa eficiencia. Al necesitar una cantidad de energía mucho menor para producir la misma cantidad de luz que otro tipo de bombilla, se ahorra energía —lo cual es beneficioso para el medioambiente— y dinero en tu factura.
Gracias al uso de la tecnología LED, aunque la inversión inicial sea superior, terminarás ahorrando y amortizando la compra de estas bombillas eficientes.
Y por último, la duración de las bombillas LED es increíblemente superior a la vida útil de las bombillas halógenas —15 y dos años respectivamente—.
Como veis, las bombillas halógenas tienen los días contados. El futuro pertenece a la tecnología LED, bombillas mucho más eficientes y ecológicas. Y tú ¿has cambiado ya la iluminación de tu hogar por las bombillas LED?