Las nuevas generaciones apenas contemplan la idea de adquirir una vivienda en propiedad debido a la situación de crisis actual. Aunque el precio de los alquileres no para de aumentar llegando a máximos nunca visto en ciudades como Barcelona o Madrid, sigue siendo la opción más factible.
Sin embargo, ciudades como Berlín acaban de anunciar la congelación de los alquileres para evitar su aumento constante.
Normalmente, en estas situaciones la titularidad de los suministros energéticos de la vivienda se encuentran gestionados por el propietario del inmueble lo que se traduce en un foco de continuas dudas a la hora de realizar cualquier trámite relacionado.
Imagínate que alquilas un piso donde el anterior inquilino tenía contratado una compañía y una tarifa de energía ajustada a sus necesidades pero que no cumple con las tuyas, ¿puedes cambiar de compañía y/o de tarifa?
¿Qué dice la ley sobre el cambio de compañía en pisos de alquiler?
En el Real Decreto 1955/2000 por el que se regulan las actividades de transporte, distribución, comercialización suministro y procedimiento de autorización de instalaciones de energía eléctrica dicta que “el contrato de suministro es personal, y su titular deberá ser el efectivo usuario de la energía, que no podrá utilizarla en lugar distinto para el que fue contratada, ni cederla, ni venderla a terceros”, de lo que se deduce que el inquilino, es decir, la persona que disfruta del suministro es quien debe aparecer como el titular del contrato.
Cuando el inquilino no figura como titular expreso del contrato, será el dueño/a del inmueble el responsable del suministros sin embargo, es el inquilino quien debe afrontar los gastos derivados del mismo y así lo expresa la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1994.
No obstante, lo más común es encontrar al dueño/a como titular del suministro y las facturas domiciliadas en la cuenta de los inquilinos. Sin embargo, aunque al principio pueda parecer una opción cómoda a la larga suele acarrear algún que otro inconveniente.
El más frecuente llega cuando el nuevo inquilino quiere cambiar la tarifa y/o la compañía eléctrica. Cada persona tiene unas necesidades y hay a quien le conviene una tarifa con discriminación horaria, por ejemplo, y otros prefieren una con un único período de facturación.
Bien, cualquiera de estos dos trámites, que aparentemente no entrañan ninguna dificultad, deben ser realizados por el titular del contrato.
Así, lo ideal para que el inquilino pueda realizar cualquier gestión relacionada con el suministro eléctrico es que el contrato esté a su nombre.
¿Cómo cambiar el titular del contrato?
Resumiendo, para que una persona que vive en un piso de alquiler pueda cambiar de tarifa y/o comercializadora eléctrica es necesario que rece como titular del suministro.
Hay que tener claro que no será lo mismo un cambio de titularidad que un traspaso de contrato. La última modalidad mantiene las deudas o impagos del anterior inquilino por lo que siempre nos conviene un cambio de nombre del contrato.
Cuando el titular sigue siendo el dueño/a de la vivienda el primer paso para cambiar de compañía eléctrica es modificar el nombre del contrato. ¿Cómo se hace?
Se trata de una gestión totalmente gratuita. Para ello necesitaremos la siguiente documentación tanto del anterior titular como del nuevo.
Este trámite puede tardar entre 15 y 20 días en efectuarse. Puede suceder que por algún motivo no podemos contactar con el propietario/a de la vivienda para pedirle la documentación y realizar el cambio. En este caso, podremos realizar la modificación de la titularidad siempre que podamos demostrar que efectivamente habitamos ese inmueble, es decir, presentando el contrato de alquiler, por ejemplo.
En definitiva, a ambas partes —propietario e inquilino— les conviene cambiar la titularidad. Al propietario porque evade cualquier responsabilidad de impago del suministro y al inquilino porque tiene libertad para realizar cualquier trámite relacionado como el cambio de compañía o tarifa.
