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Tu casa fresca en días de calor, ¡sin aire acondicionado!

Las altas temperaturas son capaces de convertir nuestro hogar en un pequeño horno que nos impide estar mínimamente cómodos. Ante esta sudorosa situación, seguro que todos nos hemos visto tentados a encender el aire acondicionado; pero además de querer cuidar el medioambiente, seguro que queremos ahorrarle a nuestro bolsillo un mal trago a final de mes.

10 sencillos trucos para mantener tu hogar fresco

Si te preocupan tanto el ahorro energético como el económico, a continuación te ofrecemos una serie de sencillos trucos caseros que harán que te olvides del calor asfixiante y del aire acondicionado.

  1. Baja las persianas. El 30 % de calor entra por las ventanas pero, oscureciendo las habitaciones, conseguiremos que la temperatura interior baje entre 6 y 10 Cº.
  2. Cierra las ventanas y las puertas durante el día, y ábrelas por la noche. Durante las horas más calurosas del día, conviene aislar todas las habitaciones cerrando las puertas y las ventanas para que no se extienda el calor. Sin embargo, por la noche, podemos aprovechar para abrir todas las ventanas y las puertas de nuestra vivienda y dejar que se formen corrientes de aire que la refresquen.
  3. Mejora tu ventilador. Seguro que a veces tienes la sensación de que tu ventilador no está haciendo gran cosa por refrescarte; tranquilo, tenemos la solución. Primero, si tu ventilador es de techo, asegúrate que las aspas giren a gran velocidad en sentido contrario a las agujas del reloj. De esta forma, la brisa fresca se esparcirá por toda la habitación. Si tu ventilador es de pie, coloca un cubo con hielo enfrente de la trayectoria del aire. La fuerza de sus aspas empujarán en tu dirección el frío del hielo.
  4. Vigila tus sábanas. Es mucho mejor si utilizamos sábanas de algodón o de seda porque se mantienen mucho más frescas y dejan respirar mejor al cuerpo. Al igual que con nuestra ropa, los prints florales y los colores claros ayudan a crear una sensación de frescor.Además, si humedeces un poco las sábanas o las metes en el frigorífico horas antes de acostarte, conseguirás una gran sensación de frescor y ayudarás a bajar la temperatura de tu cuerpo y de la habitación.
  5. Disminuye la temperatura de tu cuerpo. El calor de la casa no es el único factor importante; es muy importante bajar nuestra temperatura corporal bebiendo agua fría, colocándonos paños frescos en nuestras muñecas y cuello, poner los pies en remojo y darnos duchas de agua templada tirando a fresca.
  6. Enciende el extractor a la hora de cocinar o de utilizar la ducha. De esta forma, el calor generado por ambas actividades será absorbido y expulsado de nuestra vivienda.
  7. Cambia las luces incandescentes por bombillas led. Las bombillas incandescentes gastan un 90 % de la electricidad que reciben en generar calor. Con la tecnología led no aumentaremos la temperatura de nuestra vivienda y, además, ahorraremos muchísima energía y dinero en la factura de la luz.
  8. Utiliza los electrodomésticos por la noche y desenchúfalos cuando no los utilices. Todos los aparatos eléctricos desprenden calor; por ello es recomendable utilizarlos de noche cuando las temperaturas son más bajas. Por otra parte, los dispositivos con modo «standby» no solo siguen consumiendo electricidad, también siguen emitiendo calor. Lo mejor es desenchufarlos.
  9. Riega las plantas y el suelo. Las plantas son una barrera natural contra el calor. Si además riegas tanto la vegetación como el suelo de tu patio o balcón al anochecer, refrescaras muchísimo tu hogar.
  10. Haz vida en la planta de abajo. Si tu casa dispones de dos plantas, aprovecha que el calor sube y el aire frío, más denso, baja.

En conclusión, hay decenas de pequeños atajos que nos pueden ayudar a mantenernos frescos tanto nosotros mismos como nuestro hogar. Y todo ello sin la necesidad de encender el aire acondicionado y gastar de más en la factura de la luz.

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