Tras tres clases sobre energía, seguro que ya manejáis los conceptos más básicos que cualquier usuario de a pie necesita para llevar un control de sus facturas y suministros y, sobre todo, para tomar decisiones al respecto justificadas por el conocimiento adquirido.
Pues bien, hoy vamos a dar un salto importante y hablaremos del mercado eléctrico. Que no cunda el pánico, veremos de forma muy sencilla cómo funciona, cuáles son los pasos previos hasta que la energía llega hasta tu negocio u hogar.
Podemos dividir en cuatro las fases necesarias para que al pulsar el interruptor en casa se haga la luz:
- La generación de la energía.
- El transporte de esta.
- Su distribución.
- La comercialización.
¿Cómo funciona el mercado eléctrico español
Hoy veremos la compra de energía, el nexo que va desde la generación de energía hasta la comercialización y posterior venta al usuario final. ¿Sabes cómo funciona?
El mercado eléctrico puede explicarse a partir de varias divisiones, pero para empezar hemos optado por hacer una distinción entre:
- Mercado minorista: la mayoría de consumidores no compran directamente energía en el mercado mayorista. Es por tanto que existe un mercado minorista donde las comercializadoras (oferta) venden energía a los consumidores (demanda).
- Mercado mayorista o pool: también conocido como pool es donde los productores ofertan la energía que compran las comercializadoras para posteriormente venderla a los consumidores. Es una relación que normalmente se establece entre productores y grandes compañías.
En el caso de España, que comparte modelo de mercado energético con Portugal, encontramos el MIBEL —Mercado Ibérico de la Energía—. Este mercado mayorista a su vez integra:
- Mercados a plazo: encontramos el OMIP (Operador del Mercado Ibérico de Energía), gestionado por Portugal. Aquí la energía se subasta en mercados organizados con proyección futura.
- Mercado diarios o intradiarios (spot): la compra y venta de energía diaria se gestiona a partir del OMIE (Operador del Mercado Ibérico de Energía) administrado por España.
Mercado diario e intradiario de energía
El mercado diario de energía opera los 365 días del año con el objetivo de establecer el precio y la cantidad de energía que los productores van a volcar en la red eléctrica y que los consumidores van adquirir en las diferentes horas.
El precio y la cantidad de energía que se va a vender o adquirir se establece a partir de un punto de equilibrio resultante de la oferta y la demanda, a partir de un modelo “acordado y aprobado por todo los mercados europeos” según recoge la OMIE y que actualmente se utiliza en España, Portugal, Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Francia, Holanda, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Finlandia, Suecia, Dinamarca, Noruega, Polonia, Reino Unido, República Checa y Rumania.
A diario, el OMIE recibe ofertas de compra y de venta de energía para el día siguiente hasta las 12:00 horas, que es cuando se cierra la aceptación de las propuestas. Cada entidad generadora de energía debe formular 24 ofertas distintas para las 24 horas de la jornada siguiente.
Una vez se han recogido todas las ofertas se procesan utilizando un algoritmo europeo conocido como EUPHEMIA. Se trata de un programa informático que analiza los mercados eléctrico europeos con el fin de calcular de forma sincronizada el precio de la energía para cada país.
Tras este proceso, el OMIE publica los precios que tendrá la energía que se producirá y comprará en cada una de las horas del día posterior, ordenando por tramos de menor a mayor todas las ofertas de generación de energía y de mayor a menor las ofertas de adquisición.
En definitiva, aunque pueda parecer muy complicado, el mercado eléctrico español se basa en un mercado mayorista o pool en el que se reúnen productores y grandes consumidores y de manera regulada se establece el precio de la energía hora a hora teniendo en cuenta la oferta y la demanda de la misma.
Así, accediendo a la web de la OMIE, cada usuario puede consultar a qué precio adquirirán las comercializadoras la energía que posteriormente venderán a los pequeños consumidores.
