Seguro que el ahorro energético y económico de tu hogar es una parte muy importante de tu vida, ya sea porque quieres ahorrar en tus facturas o porque te preocupe el medioambiente. Pero el ahorro no es solo cosa de nuestra vida personal y familiar. También podemos ahorrar en nuestro ambiente laboral.
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Ordenadores y otros dispositivos
Hoy en día, para trabajar, es prácticamente indispensable servirnos de ordenadores y otros dispositivos electrónicos como impresoras, etc. Sin embargo, el uso irresponsable de estas aparatos supone un gasto desmedido de energía eléctrica y dinero. ¿Cómo podemos evitarlo? Con estas pautas:
- Apagar el ordenador cuando se esté utilizando, por ejemplo a la hora de la comida. Si tienes que mantener el ordenador encendido a la fuerza o tu ausencia va a ser muy corta, por lo menos apaga el monitor. El modo suspensión de tu pc también consumirá menos energía.
- Configurar el salvapantallas de tu ordenador en negro. El resto de opciones como las figuras en 3D o las imágenes aún suponen un gasto inútil de energía.
- Tanto si la jornada laboral ha terminado como si no los vas a utilizar más durante un periodo de tiempo largo, es importante desenchufar los aparatos electrónicos.
Iluminación
¿Cómo podemos ahorrar energía y dinero en lo referente a la iluminación de nuestro lugar de trabajo? En realidad, es bien sencillo:
- Aprovechar la luz natural al máximo. Para ello es recomendable colocar las mesas de la oficina cerca de las ventanas.
- Cambiar las bombillas de la oficina a ledes, mucho más eficientes.
- Limitar el uso de fluorescentes a lugares en los que la gente permanece un tiempo muy prolongado. Utilizarlo en zonas de paso donde se encenderían y apagarían constantemente supondría un gasto mayor de energía.
- Rotular los interruptores de la luz si tienes muchos juntos. De esta forma evitaremos el gasto energético que supone encender y apagar hasta dar con el interruptor que buscábamos.
Apagar las luces cuando abandonamos una sala. - Limpiar las lámparas. Si estas están sucias, podríamos vernos obligados a encender una cantidad mayor de luces para ver correctamente, y de ese modo, gastar energía adicional.
Climatización
Para trabajar de forma cómoda y eficaz, es muy importante encontrarnos en un ambiente correctamente climatizado, tanto en invierno como en verano. Pero para ello no hay que gastar de forma excesiva.
- Evitar encender el aire acondicionado o la calefacción en salas vacías.
- Limpiar los filtros del aire para asegurar que salga correctamente y evitar un sobreesfuerzo por parte del aparato.
- Aislar térmicamente las oficinas para que el aire acondicionado y la calefacción trabajen de forma más eficientes.
Impresión, papel y tinta
La jornada laboral está repleta de burocracia, pero no por ello tenemos que malgastar papel e imprimir de forma indiscriminada:
- Procurar mudar todo el trabajo al ámbito digital. Así ahorraremos papel y seremos más ordenados.
- Utilizar impresoras con un modo de ahorro de energía. De ese modo, cuando no las utilicemos, pasarán a consumir muchísima menos electricidad.
- Imprimir por las dos caras.
- Reutilizar el papel para tomar notas o escribir un sucio.
- Imprimir siempre que sea posible en blanco y negro y, por tanto, evitar a toda costa imprimir en color.
- Comprar cartuchos de tinta reciclados.
- Dar de baja de todas aquellas publicaciones en papel que no nos interesen o que podamos consultar de forma digital.
Baños
También podemos ahorrar en nuestra factura a la hora de ir al baño.
- Disponer de luces con sensor de movimiento o apagado automático.
- Sustituir los rollos de papel por toallas de tela para secarnos las manos.
- Colocar en los grifos del baño un regulador de presión para disminuir el caudal y ahorrar agua.
Otros
Como complemento a todas las medidas anteriores, la empresa también puede servirse de energías renovables para el autoconsumo de electricidad. Y si además dispone de una flota de coches, es importante que todos sean eléctricos o, al menos, híbridos.
También podemos evitar siempre que sea posible el uso del ascensor para ahorrar en energía y gastos de mantenimiento al mismo tiempo que mejoramos nuestra condición física y salud.
La modalidad del teletrabajo también aporta mayor flexibilidad a los trabajadores y, de paso, se consigue ahorrar en luz, agua y calefacción.
Como habéis visto, contamos con muchísimas pautas bien sencillas para conseguir no solo el ahorro energético y económico, también podemos mejorar nuestra salud y la del medioambiente.