La energía solar no solo puede ayudarnos a reducir nuestra factura de la luz, también tenemos opciones para ahorrar a la hora de utilizar la calefacción o agua caliente en casa. ¿Quieres saber cómo?
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Tipos de placas solares
Actualmente, tenemos tres tipos de placas solares: fotovoltaicas —producen energía—, térmicas —solo generan agua caliente— o híbridas —energía y agua—. La diferencia es que una placa fotovoltaica convierte la energía del sol en energía mientras que la térmica utiliza el calor generado para calentar el agua. ¡Por eso es importante elegir bien!
¿Fotovoltaica o térmica?
No tenemos una respuesta clara, ya que depende de tus necesidades y de tu presupuesto. Las placas fotovoltaicas son más caras que las térmicas, pero en estos últimos años hemos visto como esta tecnología mejora a la vez que sus precios van en descenso. Por eso, debes hacer números y pensar cuál de los dos quieres.La ventaja de las placas fotovoltaicas es que puedes usarlo para toda tu casa, mientras que una térmica solo funcionará con la calefacción o agua caliente. Si tienes un termo eléctrico, una fotovoltaica te hará el mismo trabajo y podrás usarlo para todo. Pero si no quieres decidir, siempre puedes instalar ambas —siempre que haya espacio—.
Beneficios de la energía solar
Todos sabemos que el sol es una fuente de energía inagotable, clasificada como energía limpia. ¿Por qué no apostar por ella? ¡Y además, es gratis! Nuestra casa será más eficiente y sostenible que las demás, a la vez que reducimos nuestra factura. ¿Sabías que contar con una instalación de placas solares supone un aumento en la tasación de tu vivienda? Una casa con energía solar significa un mayor precio en el mercado.Otro punto a favor es que es una energía perfecta para todas aquellas viviendas alejadas, como puede ser una casa de campo aislada. En aquellos lugares donde la luz no llega… ¡La energía solar llega al rescate! Podemos tener el 100% de energía cubierto, utilizando baterías para almacenar el restante y usarlo de noche.Aunque parezca una gran inversión, los precios han descendido con los años mientras que las tecnologías no dejan de mejorar. Su vida útil y eficiencia aumentan año tras años, por lo que tu inversión se habrá amortizado como máximo en 5 años. ¡Menos incluso si produces mucha energía! Todos aquellos que gocen de sol casi todo el año, tienen la ventaja.