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5 Curiosidades que no sabías del vehículo eléctrico

Cuando se trata de ser coherentes con la ecología no lo tenemos tan claro si nos cuesta más caro. Y es que comprar un vehículo eléctrico, hoy por hoy, no está al alcance de todos los bolsillos…aunque sí lo está alquilar un vehículo de estas características para un uso urbano (como una moto).

Dicen los entendidos que en pocos años la autonomía y el precio de este tipo de vehículos se igualará a los de combustible tradicional. Aguardamos con impaciencia el momento en que el vehículo eléctrico se masifique, mientras tanto iremos derribando tabúes y conociendo curiosidades de los futuros coches eléctricos que circularán por nuestra calles.

El coche 100% eléctrico no tiene marchas

Los tradicionales motores de combustión necesitan las marchas para solucionar sus limitaciones en el rango de velocidades. Pero en los coches completamente eléctricos desaparece la palanca de cambios porque estos solo usan una marcha.

Los motores eléctricos incorporan una tecnología que permite que las revoluciones del motor suban o bajen total y rápidamente, haciendo que las marchas sean innecesarias.

Si nunca has llevado un vehículo con aceleración libre como los eléctricos, te parecerá extraño, pero te aseguro que el cambio, en lo cotidiano, será para mejor.

El vehículo eléctrico no hace ruido

Debido a que no hay combustión en el motor el ruido que hace un vehículo eléctrico al desplazarse es sensiblemente inferior a uno tradicional. Te parecerá curioso apretar el acelerador y no escuchar el “runrun” del motor. Hasta que te acostumbres, tendrás que mirar el velocímetro a menudo, lo cual redundará en una conducción más consciente.

Salvo el ruido de las ruedas o de algún componente metálico de la carrocería, el coche eléctrico es muy silencioso. De hecho, algunos modelos urbanos incorporan un generador de ruido, activo hasta 30 km/hora, para que los peatones puedan oir el vehículo.

Tiene mayor aceleración que el vehículo de combustible tradicional

Actualmente los coches tradicionales pueden alcanzar mayores velocidades que los eléctricos, lo cual es superfluo pues la velocidad de circulación está limitada por ley (y los eléctricos la pueden superar ampliamente). A cambio, los vehículos eléctricos aceleran en menos tiempo.

El completo cambio de tecnología también redunda en que los frenos aguantan más kilómetros, porque se utilizan menos. Al soltar el acelerador entra en funcionamiento el sistema de generación de energía cuya resistencia frena el vehículo.

Perfecta aislación de lluvia y viento

La tecnología eléctrica permite una separación integral entre el habitáculo del coche y sus componentes eléctricos y mecánicos que lo hacen funcionar.

Esto repercute en una aislación perfecta que protege al conductor del viento, la lluvia y charcos hasta el borde inferior del neumático. Sin embargo, se desaconseja lavarlo mientras está enchufado a la corriente eléctrica.

Puede recorrer 500 km con una sola carga

El talón de Aquiles de los prototipos y primeros modelos de vehículo eléctrico fueron las baterías, por su coste y autonomía (o duración de la carga).

Sin embargo, esto ya no representa un lastre. Existen vehículos eléctricos que se comercializan actualmente con autonomía suficiente para recorrer 500 km con una misma carga.

Con el desarrollo y la innovación en baterías, muchas marcas han anunciado que los futuros coches eléctricos serán capaces de recorrer más de 600 kilómetros con una sola carga, que puedes hacerla cómodamente en tu garaje si dispones de un punto de recarga.

Si no dispones de un punto de recarga propio, no te preocupes. También existen diferentes puntos de recarga gratuitos en diferentes partes de la ciudad de los que podrás disponer mientras realizas otras actividades. ¡Sin preocupaciones y sin gastar de mas!

Desde luego, esta autonomía se irá superando aún más a medida que suba la demanda, bajen los precios y dejemos de contaminar nuestro planeta usando vehículos a gasolina.

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