¿Sabías que los tres aparatos que más reportan daños eléctricos son la nevera, la vitrocerámica y el televisor? Así es. El 11% de las reclamaciones que los seguros de hogar reciben, tienen que ver con el funcionamiento de estos electrodomésticos.
Llevar un buen mantenimiento del sistema eléctrico puede ahorrarte muchos problemas en el futuro. Para el resto de ocasiones en las que no podemos evitar el problema, contar con un buen seguro es la mejor opción.
Si tienes dudas sobre el tipo de daños eléctricos que suelen incluirse en las coberturas y cuales no, aquí te lo contamos
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Daños eléctricos que cubre tu seguro de hogar
Los daños más frecuentes están relacionados con temas eléctricos como las subidas o bajadas de tensión, cortocircuitos, tormentas eléctricas — incluyendo caída de rayos—, arcos voltaicos y averías eléctricas.
Dentro del seguro está incluido cualquier aparato electrónico o que dependa de la red eléctrica: nevera, televisor, lavavajillas… Lo más común es que si encontramos daños por subida o bajada de tensión haya más de un aparato afectado.
Aunque hay algunas excepciones de las que tu seguro de hogar no se hará cargo que debes tener en cuenta, por ello lo mejor que puedes hacer para aclarar tus dudas es leer tu contrato. De esta forma sabrás exactamente qué aparatos están excluidos de las coberturas.
Qué daños no están cubiertos
Si bien la mayoría de los daños ocasionados por temas eléctricos están cubiertos, hay ciertas condiciones en las que el seguro de hogar no aplica. Por ejemplo: el mobiliario de jardín no está incluido así como tampoco los aparatos con más de 10 años.
Esto también funciona al revés: si tu aparato está en garantía, será el fabricante o proveedor quien se haga cargo del problema. Tampoco están cubiertas las luces —bombillas, lámparas…— ni daños estéticos —a menos que afecte al funcionamiento—.
Otro punto a tener en cuenta son las vitrocerámicas. Se piensa que incluye cualquier tipo de rotura pero esto no es cierto: la rotura de cristal no está incluida —el cual está contemplado en otro tipo de cobertura—, únicamente daños eléctricos.
Es importante que elijas el seguro que mejor se adapte a tus necesidades y cubra la mayor parte de problemas que puedas llegar a tener. Imagina que hay una subida de tensión y tus equipos electrónicos dejan de funcionar.
Si no tienes un seguro del hogar, deberás ser tú quien asuma el coste de las reparaciones. En estos casos es cuando algo tan insignificante se vuelve valioso: las coberturas de los seguros de hogar suelen cubrir la mayoría de daños eléctricos.
Consejos para evitar daños eléctricos
- Revisa que no estás consumiendo más potencia de la que tienes contratada: Muchas veces saltan los plomos porque hay demasiados electrodomésticos en funcionamiento. Si realmente necesitas hacer uso de ellos en simultáneo, deberás llamar a tu comercializadora y aumentar tu potencia contratada.
- Si consideras que tu instalación eléctrica es muy antigua o está en mal estado, comunícate con tu empresa y solicita una visita técnica. ¡No toques ningún cable!
- Desenchufa todos los electrodomésticos que no estés usando y evita el consumo fantasma.
- Haz un mantenimiento anual de tus electrodomésticos. En especial de los sistemas de calefacción como radiadores y aires acondicionados.
- Cuida el estado de tus cables.
