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Todo lo que necesitas saber acerca de la etiqueta medioambiental

Una de las características de las grandes ciudades son los kilométricos atascos en hora punta. Son muy molestos, ruidosos y está claro que nadie desea perder el tiempo y llegar tarde. Sin embargo, los atascos también conllevan consecuencias muy nocivas para el medioambiente, y las Administraciones comienzan a ser conscientes de ello.

Menos contaminación, mayores ventajas

Las Administraciones públicas desarrollaron un sistema de etiquetado e identificación a raíz del Plan nacional de calidad del aire y protección de la atmósfera 2013-2016 —Plan Aire— con el fin de promover el uso de los vehículos y los medios de transporte público menos contaminantes.

Dicho plan nacional mantenía que la inmensa mayoría de emisiones de gases —como el dióxido de nitrógeno— y partículas nocivas respondía al tráfico de las grandes ciudades. Sin embargo, gracias a su etiquetado y clasificación en función de su contaminación, se puede beneficiar a los vehículos más ecológicos y disuadir a los dueños de aquellos de combustión interna a la hora de circular, y reducir de esa forma la contaminación de la atmósfera de las grandes urbes.

Los diferentes tipos de distintivos

Este sistema de identificación cuenta con cuatro tipos de etiqueta medioambiental diferente, cada una con su color característico, sus cualidades y sus restricciones:

  • Etiqueta ambiental 0 Azul.
  • Etiqueta ambiental Eco.
  • Etiqueta ambiental C Verde.
  • Etiqueta ambiental B Amarilla.

La primera etiqueta medioambiental corresponde a aquellos ciclomotores, triciclos, cuadriciclos, motocicletas, turismos, furgonetas ligeras, vehículos de más de ocho plazas y de transporte de mercancías clasificados por la DGT como vehículos eléctricos de batería —BEV—, eléctrico de autonomía extendida —REEV—, eléctrico híbrido enchufable —PHEV— con una autonomía de 40 kilómetros o de pila de combustible.

La etiqueta medioambiental Eco pertenece a aquellos modelos híbridos que tengan una autonomía superior a los 40 kilómetros gracias únicamente a la energía eléctrica.

La etiqueta medioambiental C Verde debe colocarse en turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculados a partir de enero de 2006, y de 2014 en el caso de aquellos de diésel. Para aquellos transportes de más de ocho plazas y los de mercancías, el año de matriculación se establece a partir de 2014, tanto si son de diésel como de gasolina. Teniendo esto en cuenta, aquellos de gasolina deben cumplir la norma Euro 4,5 y 6, y los de diésel la norma Euro 6.

Para que las motocicletas y ciclomotores puedan adherirse esta etiqueta medioambiental, deben cumplir las normas de emisiones Euro 4 y Euro 3.

En el caso de la última etiqueta medioambiental —la B Amarilla—, los turismos y furgonetas ligeras de gasolina deben estar matriculados desde enero del 2000, y los de diésel desde 2006. Volviendo a los vehículos de más de ocho plazas y aquellos de transporte de mercancías, sin importar su combustible fósil, deben estar matriculados a partir de 2005. En este caso, aquellos alimentados por la gasolina deben cumplir la norma Euro 3, y la Euro 4 y 5 en el caso de que el combustible sea diésel.

Para que una moto o un ciclomotor pueda obtener esta etiqueta medioambiental, debe cumplir la norma de emisiones Euro 2.

¿Cómo puedo conseguir mi etiqueta medioambiental?

Lo primero que debes conocer antes de hacerte con la etiqueta medioambiental para tu vehículo es averiguar cuál te corresponde. Si no estás muy seguro acerca del combustible y las características de tu vehículo, puedes utilizar el buscador de pegatinas ECO disponible en la página web de la DGT. Basta con que introduzcas la matrícula de tu coche.

Tu medio de transporte no se considerará limpio y, por tanto, no tendrá etiqueta medioambiental si está matriculado antes del año 2006 —en el caso del diésel—, 2000 —en el caso de la gasolina— y 2003 —en el caso de las motos y los ciclomotores—. En aquellas circunstancias en las que se active alguno de los escenarios previstos de alta contaminación, este tipo de transporte será el más perjudicado por las restricciones de circulación.

En principio la DGT repartió las etiquetas medioambientales por correo cuando este sistema entró en vigor. Sin embargo, si no la tienes, puedes adquirirla de nuevo por solo cinco euros a través de algunos talleres, gestorías y en las oficinas de Correos, presentando el permiso de circulación y el D.N.I. o el pasaporte. Por suerte, si te vas a comprar un coche nuevo, te entregan la etiqueta al momento.

Se recomienda que se pegue la etiqueta medioambiental en la esquina derecha inferior del parabrisas delantero.

¿Cuál es tu etiqueta medioambiental? Como ves, dependiendo de las cualidades de tu medio de transporte, puedes disfrutar de enormes ventajas a la hora de circular con respecto a otras opciones más contaminantes. De esta forma puede que ayudes al medioambiente y, de paso, evites llegar tarde a tus compromisos.

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