Las autoridades europeas se han puesto en marcha y ya han comenzado a elaborar multitud de medidas y compromisos en pos de proteger al medioambiente y paliar el daño que el ser humano ya ha hecho. Entre sus muchos objetivos se encuentra el alcanzar, en el futuro, una sociedad alimentada exclusivamente por energía renovable y limpia. Pero ¿qué papel ha tomado España en todo esto?
Los objetivos europeos
Pedro Sánchez presentó el pasado miércoles 20 de febrero un paquete de medidas relacionadas con el suministro y el consumo energético, y el clima. Dicho paquete estaba formado por el anteproyecto de ley de cambio climático, el Plan nacional de energía y clima 2021-2030 —o PNIEC— y la Estrategia de transición justa. Con una inversión estimada en 237.000 millones de euros, se espera que estas medidas ayuden a aumentar el peso de las energías renovables en lo que a consumo energético se refiere, pasando del 17% actual hasta el ambicioso 42% para el año 2030.
A pesar de que el anteproyecto de ley de cambio climático sea un primer paso necesario para la desarrollo del PNIEC y la Estrategia de transición justa, al nuevo Gobierno que resulte victorioso en las próximas elecciones del 28 de abril podrá modificarlo en la medida que lo vea oportuno. Sin embargo, el PNIEC no está tan determinado por los cambios políticos de nuestro país, y es que este documento se les exige por igual a todos y cada uno de los 28 países miembros de la Unión Europea.
Cada país miembro tiene que desarrollar en dicho documento de qué modo van a contribuir a que la UE cumpla los objetivos comunes de aquí a 2030, objetivos tales como:
- La reducción en un 40% de las emisiones de dióxido de carbono en relación a los niveles de 1990.
- Abastecer el 32% del suministro de energía con renovables.
- Reducir en un 32,5% el consumo de energía.
Además de definir los objetivos antes nombrados, el PNIEC también es responsable de indicar a qué ritmo se va a ir aumentando año por año la potencia instalada de carácter renovable y limpia —se calcula que son necesarios unos 3.000 MW al año—, la rehabilitación de edificios energéticamente nada eficientes —100.000 por año— y el cierre paulatino de las centrales energéticas de carbón y nucleares, comprendido entre los años 2025 y 2035.
España y Luxemburgo eran los dos únicos países de la unión que quedaban por entregar el PNIEC a la comisión responsable.
La reacción del sector energético
Sin embargo, como ya habrás notado, Sánchez no se limitó a establecer la cifra de abastecimiento energético renovable al mismo nivel que el resto de la Unión Europea. El actual presidente del Gobierno español incrementó casi un 10% más el protagonismo de la energía limpia en el consumo energético nacional. Esto ha provocado infinidad de reacciones polarizadas entre los miembros del sector; están aquellos que piensan que es tan ambicioso como imposible, y los que creen que con la tecnología actual y un compromiso correcto, se puede lograr ese 42%.
José Donoso, director general de UNEF, explica que para alcanzar dicho porcentaje, son necesarias cinco condiciones:
- Que el sector energético tenga la voluntad necesaria de invertir.
- Que el sector manufacturero e industrial sean capaces de aumentar el suministro.
- Obtener financiación internacional.
- Una planificación de redes por parte de la Red Eléctrica de España que se adapte a los plazos establecidos.
- Evitar la ralentización por parte de las tramitaciones administrativas, tanto estatales como autonómicas.
Como ves, el presidente socialista no se ha cortado a la hora de comprometerse con el cambio y la protección del medioambiente. Aunque pueda parecer que ha puesto las expectativas muy altas, todo cambio es posible con la concienciación y el compromiso adecuados. Para empezar a consumir energía renovable, puedes servirte de los comparadores de luz para encontrar la tarifa verde que mejor se ajuste a ti.