El transporte convencional y su alimentación a partir de combustibles fósiles es uno de los principales responsables del cambio climático. Esto se debe a las elevadas emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera.
Es por ello que en la actualidad vemos surgir nuevas formas de movilidad urbana y sostenible que velan por la protección del medioambiente. Un ejemplo de ellos con las prácticas de carsharing o motosharing, ambas promueven el compartir y alquilar vehículos eléctricos disponibles por la ciudad.
Hoy hablaremos de otra forma de movilidad sostenible en auge como es el patinete eléctrico. Conoceremos sus pros, contras y todo lo que hay alrededor de este vehículo de movilidad personal (VPM).
Es obvio que no te sorprenderá este nuevo medio de transporte porque es prácticamente imposible que no hayas visto montones de patinetes eléctricos circulando por tu ciudad.
Su llegada pilló por sorpresa a legisladores y todavía hoy existe cierto vacío legal al respecto en algunos lugares. Sin embargo, cada vez son más las normativas al respecto pues pese a parecer un medio de transporte sin peligros aparentes ya se ha cobrado varias vidas. El último accidente tuvo lugar hace unos días en París, donde un joven fue golpeado por una camioneta mientras manejaba un patinete eléctrico.
La ventaja principal del patinete eléctrico y de otros vehículos de movilidad personal es que evitamos la emisión de GEI a la atmósfera y por tanto contribuimos a combatir el cambio climático.
Gracias a la velocidad que alcanzan la mayoría de patinetes eléctricos suponen una forma rápida de moverse por entornos urbanos, siempre y cuando respetemos las señalización y, sobre todo, a los viandantes.
Se trata de un medio económico al que cada vez pueden acceder más gente. Además, las marcas líderes trabajan por aumentar su autonomía, pudiendo utilizarse para desplazamientos largos siempre dentro de ciudades.
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Clasificación de los VMP
Pese a su nocividad para el medioambiente, el patinete eléctrico puede suponer un peligro para los viandantes. Es por ello que se han de cumplir todas y cada unas de las medidas previstas como el uso de casco, la circulación por espacios espacios determinados y a una distancia prudente de los peatones, quienes tendrán preferencia en todo momento.
A continuación veremos la clasificación que establece la Dirección General de Tráfico (DGT) para los vehículos de movilidad personal (VMP).
VMP tipo A
La DGT incluye en este grupo los VMP de una o dos ruedas y patinetes con motor. Su velocidad máxima es de 20 km/h y no pesan más de 25 kilos. Además, están pensados para una sola persona. Aquí encontramos:
- Hoverboard.
- Patinete eléctrico ligero.
- Skateboard eléctrico.
- Monociclos eléctricos.
VMP tipo B
En los VMP de tipo B encontramos los que no pesan más de 50 kilos, conducidos por una persona y alcanzan 30 km/h máximo. Pertenecen a este grupo:
- Segways.
- Patinetes eléctricos de mayor envergadura y/o con sillín.
VMP tipo C
En este apartado se encuentran los vehículos de movilidad personal de mayores dimensiones. No alcanzan más de 25 km/h, pesan hasta 300 kilos y su capacidad es de una a tres personas.
Normativa circulación del patinete eléctrico
La edad mínima establecida para conducir un patinete eléctrico por vías públicas es de 16 años.
Podrán circular por el carril bici o por las calzadas autorizadas para ello. Siempre lo harán por la derecha y deberán avisar con antelación a la hora de realizar giros o cualquier maniobra.
Tendrán que respetar las indicaciones generales, los semáforos y también las exclusivas de las bicicletas.
Aunque no se necesita ningún tipo de carnet para conducirlos conviene revisar la señalización antes de coger un patinete eléctrico por primera vez.
Tampoco es obligatorio disponer de un seguro pero sí es recomendable contratar uno de responsabilidad civil que cubra daños a terceros o daños materiales en caso de accidentes.
El patinete eléctrico además de facilitar nuestros desplazamientos en las grandes ciudades donde coger el vehículo propio puede suponer un gran inconveniente, también se establece como una forma de movilidad sostenible y respetuosa con el medioambiente. Sin embargo no deja de ser un vehículo por lo que hay que ser responsables y prestar atención a la señalización.
Debemos respetar en todo momento la normativa establecida al respecto. Aunque es cierto que a esta todavía que hace falta madurar, depende de nosotros hacer un uso razonable y responsable de los patinetes eléctricos y tener en cuenta que siempre prevalece el peatón.
En definitiva, el patinete eléctrico ayuda a la construcción de Smart City al tratarse de un medio de movilidad sostenible y contribuye a la creación de espacios sin contaminación.