¿Sabías que el uso de la biomasa en España ronda ya el 10%? Es en Andalucía donde encontramos la mayor producción, llegando hasta el 40% del total de la biomasa generada en el país. Siendo una fuente de energía renovable tan interesante, ¿conoces realmente todo lo que ofrece?
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Qué es la energía de la biomasa
La biomasa son todos aquellos deshechos orgánicos —podas, limpieza de montes, residuos de la industria, basura…— que pueden reutilizarse para generar energía. Más de la mitad de lo que va a la bolsa de la basura es orgánico, lo cual se traduce en biomasa.
El material más usado es la madera —astillas, serrín o pellets—. Esta materia se procesa para obtener bioenergía: electricidad, calor, biometano y biocarburantes. Además de bioproductos para industrias como la alimentación, petroquímica o cosmética.
Existen tres tipos de biomasa: natural —procedente de la naturaleza sin intervención humana—, residual —procedente de las actividades de las personas— y producida —campos de cultivo creados para generar energía—.
Cómo se obtiene energía de la biomasa
Ya hemos definido que necesitas un material —vegetal o animal— que será la que se utilice en las centrales de biomasa. Esta materia se convierte en energía después de pasarla por algunos procesos.
Ahora que ya tenemos la biomasa, se pasa por un proceso termoquímico o químico para generar energía. Con el método químico obtenemos etanol o biogas, mientras que con los termoquímicos conseguimos combustibles como el etanol.
Métodos termoquímicos
Existen cuatro métodos para generar energía basados en el calor, todos ellos producen gases que generan calor. Encontramos la combustión —quemamos con mucho aire entre 600-1300ºC—, seguido de la pirólisis —se descompone usando calor sin oxígeno—. Ambos son procesos similares, la diferencia es el uso del aire en su método.
Además, tenemos la gasificación, método con el que se consiguen combustibles como el metanol —si se utiliza oxígeno en el proceso—. Por último la co-combustión, en el cual usamos la biomasa para dar energía a una caldera de carbón.
Métodos químicos
Encontramos dos formas de generar biomasa: por fermentación alcohólica o por fermentación metánica. La fermentación alcohólica —como su nombre indica— consiste en fermentar hidratos de carbono para conseguir etanol. Con la metánica, lo que hacemos es la digestión –sin oxígeno— de la biomasa, descomponiendo la materia orgánica y creando biogas.
Cómo aprovechar la biomasa
La forma más sencilla es una central de biomasa, las cuales están más extendidas en el sur de España. También podemos utilizar la biomasa para generar biogas —principalmente metano— o biocombustibles, como el bioetanol —sustituto de la gasolina— o biodiesel —sustituto del gasoil—.
