¿Has escuchado alguna vez la palabra eco-friendly? No se trata solo de tener una tarifa de luz con energía renovable… ¡Todo lo que hacemos deja huella en el planeta! Por eso es tan importante pensar bien en nuestros hábitos de consumo, reduciendo al mínimo nuestro impacto.
Qué es ser eco-friendly
Dos palabras: respetar y saludable. Debemos, primero de todo, respetar el medioambiente y nuestro planeta. Sin él, no nos quedará nada. Pero nuestro respeto también debe ser sano para poder permitir una vida saludable para el resto de personas. Por eso ambos conceptos van de la mano, ¡no puedes tener uno sin el otro!
La salud de las personas está relacionada con el entorno. Tanto la calidad del aire como del agua nos afectan. Y no solo a diario ya que este tipo de problemas implica mucho más para las generaciones futuras. Ser eco-friendly no significa hacerlo solo por nosotros… ¡Esto es cosa de todos!
El respeto por el medioambiente es un hecho que todos deberíamos llevar con nosotros. Proteger nuestro planeta, nuestros bosques, nuestros mares… ¡De ellos dependen nuestra vida y nuestra supervivencia! Si no cuidamos el planeta, ¿Dónde vamos a vivir?
Cómo ser eco-friendly
La mentalidad es el primer paso para poder lograr ser más eco-friendly. No se trata solo de pensar en reciclar una botella de plástico, ¿por qué no pensamos antes de comprar esa botella si realmente es necesario que gastemos el dinero en ella?
La mayoría de objetos que compramos vienen envasados, en un envase que no es necesario. ¿Nunca has comprado un paquete de plátanos envuelto en plástico? ¿Qué mejor forma de cambiar nuestra mentalidad que evitar comprar todo aquello que tenga un envase innecesario?
Una forma de conseguir esto es comprar a granel, apostando por bolsas de tela para evitar así el plástico. Utilizar productos biodegradables y reciclar de forma efectiva es otro método para ser más eco-friendly.
¿Compras productos eco? Todos los que tienen el sello de eco-friendly significa que cumplen con unas normas, evitando pesticidas y químicos que tanto contaminan. ¡Y además, muchos de ellos serán producto local! ¿Por qué no apuestas por el comercio de km 0?
Por último, mantener un huerto urbano puede ser una buena forma de ser más eco-friendly. Puedes colocarlo donde quieras: en una terraza, en un balcón, en tu cocina… ¡Lo puedes hacer todo lo grande o pequeño que quieras! Así tendrás acceso a hierbas y plantas ecológicas, sin tener que salir de casa.