Cuando se trata de ahorrar energía, todos buscamos formas de reducir nuestra factura de la luz. Desde lo más simple —y caro— como cambiar los electrodomésticos hasta reducir nuestro uso de la calefacción. Pero… ¿Conoces todas las fórmulas para conseguir ahorrar energía?
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Cambiar los electrodomésticos
¡Esta es la fórmula más sencilla para ahorrar! Entre un electrodoméstico con etiqueta A y uno con etiqueta B hay una gran diferencia, tanto de precio como de consumo. Aunque a priori te parezca un gran desembolso, puede suponer más de 100€ de ahorro al año. Si no son necesarios, aplaza su compra hasta que encuentres una buena oferta.
Utiliza regletas
¿Sabías que el consumo en stand-by puede suponer hasta un 10% de ahorro en tu factura de la luz? Una televisión en stand-by puede llegar a 4€ de consumo, ¡algo que puede ayudar ahorrar en tu economía!
Instala LED
Una bombilla LED consume hasta un 80% menos que las tradicionales, además de que no se calientan ni tampoco dañan la piel o los elementos. ¿Nunca te ha pasado que tus cuadros o papeles se amarillean? ¡Eso es por la luz! Pero no solo eso… Una bombilla LED de 7W equivale a 55W de los tradicionales, consumiendo hasta un 40% menos… ¡Solo 114kW/h!
Ajusta tu tarifa de luz
Este es el paso más importante y el más complicado. En el mercado existen muchas tarifas de luz: mercado libre y regulado, tarifa PVPC, precio fijo o indexado… ¡Sin olvidar la potencia contratada! Para que te hagas una idea, para una vivienda de 80m2 con 2-3 habitantes basta con 4,6kW de potencia. Y si eres de los que no pasa mucho tiempo en casa, un tarifa con discriminación horaria te ayudará a ahorrar en las horas más baratas.
Regula y programa tu termostato
Cada grado extra —tanto subir como bajar— supone un 7% más de consumo. ¡Un 7% más! Esto, a la larga, puede suponer un gran ahorro en tu bolsillo. La temperatura recomendada en invierno es de 19-21ºC mientras que para verano sube a 24-26ºC.
Con un termostato regulable, podemos programar el consumo de nuestra calefacción tanto por horas como por franjas horarias. De esta forma, la calefacción solo estará en funcionamiento en las horas que lo necesites. ¿Te imaginas llegar a casa después del trabajo y al entrar encontrar esa agradable temperatura mientras que fuera hace un frío que pela? ¡Quién no se siente a gusto con eso!
Purga y cuida de tus radiadores
Si eres de los que tiene una calefacción centralizada en su vivienda, no olvides el mantenimiento anual. Una purga anual puede ayudarte a eliminar las posibles burbujas que haya en el circuito, lo cual evita que alcance la temperatura correcta… ¡Menos eficiencia y menos calor aumentando tu consumo!