Desde el 1 de Marzo de 2021 contamos con una nueva clasificación energética. Estas son las famosas etiquetas que encontramos en los electrodomésticos, regulados por la normativa europea. De esta forma podemos saber de forma rápida y sencilla cuáles son los electrodomésticos más eficientes del mercado.
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Cómo funciona la nueva clasificación energética
Con la nueva clasificación energética se suprime el “+” que teníamos anteriormente, de forma que ahora la escala solo va de la A a la G. Además, ahora tenemos acceso a un código QR con el que poder ver desde nuestro móvil los datos de eficiencia de ese electrodoméstico.
La escala de clasificación energética no ha cambiado ya que la A sigue siendo los más eficientes mientras que la G, los que menos. La diferencia con la anterior etiqueta es que la nueva A se reserva únicamente a los aparatos más eficientes y avanzados. Eso significa que la antigua A++++ es la nueva B, A+++ pasa a ser C, mientras que A+ sería la nueva D. Así, la nueva A sería una categoría nueva —lo que podría ser A+++++—.
Datos que se muestran en la clasificación energética
En este nuevo etiquetado encontramos datos que nos pueden ayudar a escoger entre aparatos de la misma categoría. Por ejemplo, en lavadoras encontramos el consumo energético —en programa eco— y el nivel de ruido mientras que en lavavajillas encontramos el consumo en kWh por cada 100 ciclos —del modo eco—. Puedes echar un vistazo a todos estos datos escaneando el código QR adjunto a la pegatina.
¿Realmente se ahorra con una clasificación energética más alta?
Sin duda, comprar un aparato con una clasificación energética más alta implica un mayor ahorro y menor ruido. La única pega es que a mayor calificación, mayor coste. Pero, a la larga, supone un mayor ahorro que un desembolso inicial menor —si compramos un aparato más barato—.
