Regalar experiencias en lugares recónditos del planeta es una opción recurrente. Así, viajar se convierte en una actividad cada vez más presente en la vida de las personas. Conocer nuevos rincones y otras culturas es una forma de abrir la mente y ampliar nuestros horizontes.
Pero, ¿te has preocupado alguna vez por el impacto que tiene tu viaje? Es probable que la respuesta sea que no, que nunca o muy pocas veces hayas planeado tus vacaciones teniendo en cuenta la repercusión social y medioambiental que tienen en el lugar de destino.
¿Qué es el turismo sostenible?
La alternativa que sí presta atención a la esfera social y medioambiental de las poblaciones visitadas es el turismo sostenible. Según la Organización Mundial del Turismo, el turismo sostenible es aquel “turismo que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”. Además, de acuerdo a la OMT el turismo sostenible debe:
- Dar un uso óptimo a los recursos medioambientales, que son un elemento fundamental del desarrollo turístico, manteniendo los procesos ecológicos esenciales y ayudando a conservar los recursos naturales y la diversidad biológica.
- Respetar la autenticidad sociocultural de las comunidades anfitrionas, conservar sus activos culturales y arquitectónicos y sus valores tradicionales, y contribuir al entendimiento y la tolerancia intercultural.
- Asegurar unas actividades económicas viables a largo plazo, que reporten a todos los agentes, unos beneficios socioeconómicos bien distribuidos, entre los que se cuenten oportunidades de empleo estable y de obtención de ingresos y servicios sociales para las comunidades anfitrionas, y que contribuyan a la reducción de la pobreza.
Situación del turismo sostenible en España
En nuestro país el desarrollo del turismo sostenible, al igual que en cualquier otro lugar, nace para mitigar los efectos negativos que ha provocado durante años el turismo masificado y no responsable.
Así, surgen buenas prácticas como las que desarrollan distintos hoteles del país que ya utilizan energía verde en sus establecimientos. Además, contamos con numerosos Espacios Naturales Protegidos certificados con la Carta Europea de Turismo Sostenible (CETS),una propuesta de la Federación EUROPARC que tiene como fin incentivar e impulsar la realización de un turismo sostenible en las zonas protegidas de Europa.
Por otro lado tenemos el Instituto de Turismo Responsable que a través del distintivo Biosphere mide el compromiso con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y la lucha contra el cambio climático de los distintos destinos turísticos, las empresas que los gestionan y los servicios que ofrecen.
En Cataluña encontramos varios destinos que cuentan con el sello Biosphere y que por tanto pertenecen a la “Biosphere Destinations Community”, algunos de ellos son Sitges, Tossa de Mar o Vilafranca del Penedès.
Esta certificación ofrece una serie de beneficios para esos lugares como pueden ser:
- Mejorar la imagen del destino turístico.
- Favorecer el comercio y la economía local.
- Promocionar políticas sostenibles que repercutan de manera positiva en la comunidad.
- Contactar con otros destinos certificados para crear posibles alianzas en pro del turismo sostenible.
- Nuevos puestos de trabajo y de calidad.
En definitiva, el turismo sostenible surge como una alternativa más de lucha contra el cambio climático que sobre todo vela por la integridad de los espacios visitados así como por los derechos de las personas que forman parte las comunidades.
