Te levantas, vas al baño, tiras de la cadena, te duchas, te lavas los dientes… Toda esa agua que has empleado en tus tareas cotidianas es lo que se denomina como ‘aguas grises’.
Las aguas grises son aquellas que proceden actividades cotidianas, del uso doméstico y actividades como lavar platos, lavar la ropa, poner el lavavajillas o ducharse. No deben confundirse con las bautizadas como ‘aguas negras’, provenientes de los inodoros y contaminadas con bacterias fecales.
Sabiendo a qué nos referimos cuando hablamos de aguas grises, hoy hablaremos de su tratamiento y reutilización con el fin de reducir nuestra huella hídrica y realizar un consumo sostenible de este recurso.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) en España cada persona consumimos alrededor de 132 litros de agua al día en el conjunto de las tareas cotidianas que antes mencionábamos.
Esta cifra se encuentra lejos de alcanzar el consumo de agua eficiente establecido por la ONU entre los 50 y 100 litros como cantidad suficiente para cubrir las necesidades de una persona diariamente. Sin embargo, en Barcelona, según Aigües de Barcelona, la media de litros consumidos en la capital y su área metropolitana es de 103,6.
¿Cuánta agua gastas?
Es evidente que si ahora mismo te preguntamos por la cantidad de agua que gastas al día, las cifras te bailen. Por ello, aquí te mostraremos una aproximación de la cantidad de este recurso hídrico que consumimos diariamente según nuestra actividad:
- Ducha de 5 minutos aproximadamente: 95-190 litros.
- Tirar de la cisterna: 10 litros.
- Grifo abierto mientras te cepillas los dientes: 18 litros.
- Lavadora: 60 litros.
- Lavavajillas: 20 litros.
- Lavar los platos con sin cerrar el caudal: 80 litros.
- Darse un baño: 200 litros.
Segunda vida al agua gris
¿Sabías que en la actualidad existen sistemas para tratar las aguas grises y así poder reutilizarla? Su tratamiento reduciría considerablemente en consumo diario de agua por persona.
Si bien es sencillo su reciclaje, al no contener componentes muy contaminantes como las negras, por ejemplo, se requiere un sistema específico por lo que no es habitual contar con él. Sin embargo, existe la posibilidad de reutilizar el agua gris resultante de una lavadora o de una ducha.
Se trata de conectar un depósito extra a los desagües, por ejemplo, de la bañera y de la lavadora provisto de un filtro que retenga el paso de posibles partículas sólidas y después emplear este recurso para otras actividades cotidianas como:
- Regar las plantas, siempre que el agua gris recogida contuviera detergente ecológico y productos inofensivos.
- Rellenar la cisterna del inodoro.
- Limpiar nuestro coche.
- Agua para limpieza en general.
En cualquier caso, las aplicaciones de las aguas grises nunca deben contemplar el consumo humano ya que no son potables en ninguno de los casos.
Para reciclar el agua gris a gran escala será necesario un sistema de tratamiento más sofisticado en el que además de haber una membrana para la retención de partículas, existirá un químico que las depure para conseguir sanearla lo máximo posible.
A la hora de optar por la recuperación de aguas grises a partir de un sistema especializado en ello debemos tener en cuenta la capacidad con la que lo vamos a adquirir. Esto dependerá del establecimiento en que vayamos a instalarlo, siendo diferente la generación de aguas grises en una vivienda convencional que un completo turístico por ejemplo, donde los depósitos de depuración deberán albergar un volumen mucho mayor.
¿Sabías que se podía reutilizar la mayor parte del agua derivada del consumo doméstico? Ahora ya conoces este dato y puedes ponerlo en práctica. Esta es otra de las diversas medidas que podemos aplicar en nuestro día a día para reducir nuestro impacto ambiental así como pasarte a consumir energía verde. Encuentra la compañía eléctrica que mejor se ajuste a tus necesidades aquí.