Hoy en día todo lo que compramos viene envuelto en plástico, ¡hasta la fruta! Después de hacer la compra en el supermercado, llegamos a casa con docenas de ello. Aunque exista el reciclaje, siempre tenemos opción de elegir.
¿Alguna vez has pensado cómo reducir o eliminar los residuos que generamos? Si tú también eres consciente de ello, el movimiento Zero Waste —o residuos cero— es la solución a tus problemas.
Porque el primer paso empieza con las decisiones que tomamos. Si queremos hacer el cambio, tenemos que empezar cambiando nuestros hábitos de compra y de consumo.
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¿Por qué empezó el Zero Waste?
En la mayor parte de los países desarrollados existe la cultura de usar y tirar, consumo sin control. Esto provoca muchos problemas medioambientales como la contaminación de lagos, mares y océanos. Aún a día de hoy, siguen existiendo empresas que vierten sustancias químicas al mar.
Pero no todo es culpa de las empresas, nosotros también estamos en la lista. Las playas masificadas se convierten en un agujero de basura: bolsas flotantes, latas en la arena… ¿Sabías que el plástico tarda entre 100 y 400 años en degradarse?
¿Qué es el movimiento Zero Waste?
El Zero Waste empezó en Estados Unidos, donde mucha gente empezó a rechazar comprar productos envueltos en plástico para comprar únicamente todo aquello que pudieran reciclar. Es decir, usando sus propios container y bolsas reciclables.
Así empieza el movimiento Zero Waste: rechazamos y reducimos lo que no necesitamos, reutilizamos los materiales, optamos por comprar de segunda mano y reciclamos todo lo que no se pueda reutilizar. Y te estarás preguntando, ¿Dónde entra el plástico? ¡En ninguna parte!
Los materiales que se reciclan son orgánicos. Es decir, papel; vidrio y comida. Con los restos de comida realizan compost para obtener un abono natural. Por supuesto, suelen tener algunas plantas en casa —aromáticas, tomateras, etc.— para ser lo menos contaminante posible.
Cómo practicar el Zero Waste en casa
Para 2050 los residuos a nivel mundial ascenderán hasta un 70%, a menos que hagamos un cambio. La mejor forma de colaborar es evitando usar plásticos donde no sea necesario. ¿Por qué usar una bolsa de plástico para el bocadillo si podemos utilizar un porta bocatas?
Simplemente debemos rechazar todo lo que necesitamos, evitando así el consumismo que se ha implantado en occidente. El consumo responsable es la cumbre de esta filosofía.
Evita llevarte la compra en bolsas de plástico utilizando tus propias bolsas reciclables, haz una limpieza de armarios cada cierto tiempo para evitar acumular cosas, rechaza los folletos de publicidad… Con unos pequeños cambios podemos hacer mucho bien.